domingo, 24 de noviembre de 2019

CONÓCETE A TI MISMO

Nosce te ipsum (en griego: γνῶθι σεαυτόν) es un aforismo griego que significa literalmente: "Conócete a ti mismo". Fué escrito en el Pronaos del templo de Apolo en Delfos, según nos cuenta el historiador Pausanias.  La inscripción dice lo siguiente: 

"Te advierto, quien quiera que fueras, 
Oh tú; que deseas sondear los arcanos de la naturaleza, 
Que si no encuentras dentro de ti mismo aquello que buscas, 
¡Tampoco podrás hallarlo fuera! 
Si tú ignoras las excelencias de tu propia casa 
¿Cómo pretendes encontrar otras excelencias? 
En ti se halla oculto el tesoro de los tesoros: 
¡Conócete a ti mismo y conocerás al universo e incluso a los dioses!"


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Este aforismo inspira la necesidad flamante de hollar el sendero del autoconocimiento.
No existen palabras que expliquen precisamente la razón por la cual este deseo clamante llama a la puerta desde el interior de uno, llega cuando tiene que llegar, y una vez que llega... nunca te abandona.



Monte Arunachala
Mouna, es un termino Sánscrito que significa "Silencio Interno". El Silencio Interno es el estado de paz primordial que buscamos experimentar implícitamente detrás de todas nuestras acciones: detrás de nuestra realización personal, detrás del cumplimiento de nuestras metas y objetivos individuales, detras de cualquier busqueda de placer que podamos emprender, lo que en realidad estamos buscando es la culminacion de ese Deseo para gozar en el silencio natural de nuestro Ser. Gran parte de la colectividad humana se confunde al atribuirle a estas realizaciones materiales la causa del estado de felicidad y de paz, porque en realidad, la felicidad y la paz que se experimenta cuando cumplimos nuestros logros y metas cuales quiera que sean, es porque  finalmente nuestra atención "volvió a casa", el deseo se extinguió en su lugar de origen, la búsqueda de satisfacción se disipó, dejando al descubierto la espaciosidad de la consciencia pura e incondicionada que somos. Esto es así de simple y de sencillo, y no tiene ninguna cosa mágica detrás. El silencio somos nosotros mismos y somos lo que siempre hemos estado buscando. El silencio es nuestro verdadero Ser, pero para darnos cuenta de esta plenitud silenciosa que ya somos, debemos soltar y ofrendarle al silencio todas las ataduras, hábitos, y adicciones que nos llevan a volcar nuestra atención constantemente en el afuera en busca de placer. Es como ofrendar unas moneditas de oro por un palacio hecho de Oro, es como decir: "Te ofrezco estas pequeñas búsquedas de placer para poder reposar en el silencio que Ya soy". Lo que hay que sacrificar son las adicciones y creencias del ego, puntualmente, aquellas que todavía nos impulsan a creer que la paz se encuentra detras de la realizacion de cierto acontecimiento o acción impulsada por la mente, y no creer que el Ser, que es la Paz misma, esta Ya y ahora mismo. Los hábitos aprendidos nos empujan una y otra vez a actuar de manera repetida y unidireccional hacia algun tipo de gratificacion externa. Por ello es importante comprender que que descansar en el Ser que soy, no significa suprimir los hábitos y deseos desbordantes que aparecen en la mente, si no, ser el observador de los mismos. No hace falta moverse o reaccionar internamente o exteriormente por cada contenido que aparece en la mente, solamente, hay que aprender a quedarse quieto, sin reaccionar, y observar los pensamientos que van y vienen con calma, sin identificarse. Cuando se adquiere el habito de observador, los pensamientos van cesando, al punto de que si hay o no hay pensamientos, y sin importar el contenido o calidad de estos, ya no nos afectan. Es importante entender que de todos los deseos o inquietudes que aparecen en la mente, hay que efectuar el cumplimiento o acción de los que verdaderamente nos apremian, es decir, sin dejar el uso de la razón, ocuparse de forma debida y responsable de aquello de lo que hay que ocuparse.

MOUNA es lo que somos 

Nos hemos alejado aparentemente de este silencio interno por habernos identificado con un pensamiento reflejado en la pantalla de la consciencia, este pensamiento, es el pensamiento "yo". Este pensamiento "yo" se ha identificado a su vez con un millar de adjetivos calificativos para describirse a si mismo, por ende, este Ser se limitó aun mas. Al habernos identificado con el "yo" individual y su horda de identificaciones, y por haber olvidado que somos el testigo que evidencia los constantes cambios y modificaciones de este ego, nos "perdimos" de vista aparentemente a nosotros mismos, el Ser que ya somos, por habernos tomado solamente como esta idea limitada de yo personal. A la larga o a la corta, el Ser que se ha limitado a si mismo en una especie de constructo psicofisico, comienza a despertar de esta identificación ilusoria con el yo individual, cuando se percata de que EL HA ESTADO SIEMPRE AHÍ, como el TESTIGO de todos los cambios que sufrió la personalidad desde su nacimiento. El YO no ha cambiado y no podría cambiar aunque le pongan otro nombre, lo único que estuvo cambiando eran las inclinaciones y tendencias mentales y el desarrollo biológico de su cuerpo, pero el YO siempre ha estado ahí, inafectado e inamovible detrás de todos estos cambios. La alegoría del cielo y las nubes son un ejemplo perfecto para aclarar esto: El cielo es siempre uno y el mismo, despejado, y no se ve afectado por las nubes. Las nubes van y vienen, a veces hay mas, a veces hay menos, a veces no hay, pero el cielo siempre permanece inafectado por la aparición o movimiento de estas. Esto es lo que realmente somos, "el cielo", sin importar los cambios que surjan en nosotros "las nubes". Cuando uno SABE esto, esta comprensión se traslada hacia una actitud de vida. El sufrimiento que conlleva vivir cargando con esta pesada identificación del yo personal, comienza a disiparse cuando entendemos que el YO no cambia, y la personalidad con todas sus tendencias a las que tanto nos aferramos esta en constante cambio. El yo personal es la sensación de Yo + todos sus atributos. Cuando comenzamos a atestiguar los atributos de la personalidad sin identificarnos con ellos, comenzamos a desempacar la mochila, hasta que luego de un tiempo nos quedamos solamente con la mochila vacía, que es la sensación de Yo.

 Cuando la sensación de Yo, o Yo Soy, se establece, la atención -que es el movimiento de la consciencia- abandona su tendencia extrovertida y objetivante, y deja de "iluminar/o atender" a los fenómenos que aparecen en el campo de la consciencia; En vez de esto, no se identifica, si no que sin esfuerzo, reposa en si misma, dejando todo tal cual es.

"No toques ningún pensamiento, solo deja que lo que viene, venga, y que lo que va, se vaya"

"No aceptes nada, no rechaces nada, permanece así en tu propio Ser"


EL PROPÓSITO DE ESTE ESPACIO 

El propósito de este espacio es, a través de nuestras diversas propuestas, poder develar este Mouna o Silencio Interior, y a su vez, poder profundizar en este autoreconocimiento para que no dure solamente unos minutos y de forma indirecta, si no, poder reconocerlo como nuestro estado natural: Retornar una y otra vez a Mouna, nuestra presencia consciente siempre libre, este espacio infinito de plenitud, hasta que se vuelva natural.



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    Sri Sankaracharya (Vedanta Advaita)
    SLOKA 42:  "Por medio de la Meditación constante, comparable al frotamiento de los leños para encender el fuego, se eleva la llama del conocimiento y la permanencia de la comprensión, que reduce completamente a cenizas la ignorancia"

















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    Ramana Maharshi y Nisargadatta Maharaj

    ¿Qué es Mouna (Silencio)?
     Ese estado que trasciende el lenguaje y el pensamiento es Mouna [silencio]. Eso que es, es Mouna. Los Sabios dicen que sólo el estado en el cual no surge ni rastro del pensamiento "Yo" [el ego] es el Sí mismo [swarupa], el cual es silencio [Mouna].